Le llegó el día, el PRD con las horas contadas
Le llegó el día, el PRD con las horas contadas
●En sus inicios fue el partido que puso los muertos en la lucha por la democratización y justicia social del país; su deceso se da en medio de la alianza que realizó con quienes por décadas fueran sus rivales
●Este 18 de septiembre el INE hará oficial la pérdida del registro nacional del Partido de la Revolución Democrática, el que fuera hasta hace unos años, el partido de la izquierda en México
●Esta medida responde a los resultados electorales del pasado 2 de junio, donde el PRD no alcanzó el mínimo del tres por ciento de la votación válida emitida
●Su historia podría servir como lección para las generaciones futuras sobre la importancia de mantener la coherencia ideológica en la política
Por YL
Ciudad de México, 18 de septiembre de 2024.- El Partido de la Revolución Democrática (PRD) tiene las horas contadas, al filo de las 13 horas de este miércoles, sesionará el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) para abordar en el punto 4 de la orden del día, la pérdida de su registro como partido nacional.
La orden del día señala “Proyecto de Dictamen del Consejo General del Instituto Nacional Electoral relativo a la pérdida de registro del Partido Político Nacional denominado Partido de la Revolución Democrática, en virtud de no haber obtenido por lo menos el tres por ciento de la votación válida emitida en la elección federal ordinaria celebrada el dos de junio de dos mil veinticuatro”.
El mencionado punto 4, propone someter a consideración del Consejo General del INE la aprobación del dictamen que formaliza la pérdida de registro del PRD.
Al concretarse la pérdida de registro, el partido deberá cesar todas sus actividades y sus bienes serán liquidados conforme a la legislación vigente.
Cabe mencionar que pese no haber alcanzado el umbral del 3 porciento de la elección del 2 de junio, la dirigencia del PRD trato de salvar el registro con diferentes impugnaciones ante los tribunales, sin embargo, fueron rechazados y desestimados.
El ascenso y caída del PRD: De la esperanza democrática a la pérdida de su registro
El Partido de la Revolución Democrática (PRD), fundado el 5 de mayo de 1989, ha sido una fuerza política significativa en la historia contemporánea de México. Su origen, cargado de esperanza y promesas de cambio, contrasta fuertemente con el ocaso que enfrenta hoy, marcado por la pérdida de su registro debido a una serie de decisiones que lo alejaron de sus ideales fundacionales.
Fundación y Ascenso
El PRD nació como una coalición de diversas fuerzas políticas de izquierda, encabezadas por figuras históricas como Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez, Porfirio Muñoz Ledo, Andrés Manuel Lopez Obrador, entre otros.
El partido surgió en un momento de descontento generalizado con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que había dominado la política mexicana durante décadas. La fundación del PRD fue vista como una respuesta al llamado fraude electoral de 1988, donde Cuauhtémlc Cárdenas, candidato presidencial del Frente Democrático Nacional, vio truncadas sus aspiraciones presidenciales en un proceso altamente cuestionado.
Durante la década de 1990 y principios de los 2000, el PRD se consolidó como la principal fuerza de oposición en México. Sus logros incluyen la conquista de la Jefatura de Gobierno del entonces Distrito Federal (hoy Ciudad de México) y la gobernatura de varios estados como Zacatecas, Chiapas, Baja California, Michoacán, entre otros.
Hasta ese entonces el partido se mantenía como un pilar en la lucha por la democratización del país, abogando por reformas electorales y derechos humanos como el matrimonio igualitario, la creación de instituciones para transparentar los recursos públicos, la creación del Instituto Federal Electoral que a la postre se convirtió en lo que hoy es el INE, entre otros.
Alianzas y Desviaciones
Sin embargo, con el tiempo, el PRD comenzó a desdibujarse de sus principios originales, iniciando con el llamado “Pacto por México” un acuerdo firmado por el entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto, con los dirigentes del PAN, PRI, PRD y Verde; hecho que provocara el descencanto de muchos perredistas que estában en contra de dicho gobierno. Las divisiones internas y las llamadas alianzas estratégicas con sus antiguos adversarios, comenzaron a erosionar la identidad del perredismo.
La colaboración con el Partido Acción Nacional (PAN) en algunas elecciones locales y federales, y posteriormente con el propio PRI, generaron críticas y descontento entre sus bases.
Estas alianzas impulsadas por un puñado de dirigentes nacionales, así como de quienes controlan el partido en los estados, justificaron participar con PAN y PRI al señalar que eran necesarias para combatir a enemigos comunes, lo cual terminó alejando al PRD de sus raíces y provocaron la pérdida de confianza de muchos de sus simpatizantes. La fragmentación interna se acentuó con la salida de figuras clave que fundaron nuevos partidos, la más significativa, la de Andrés Manuel López Obrador, quien junto con otros ex perredistas, fundó Morena, el partido que hoy gobierna la mayoría de estados, municipios, y que integra la mayor parte de los congresos locales y federales.
La Pérdida de Registro
El 2 de junio de 2024, en las elecciones federales, el PRD no logró obtener el mínimo del tres por ciento de la votación válida emitida, un requisito indispensable para mantener su registro como partido político nacional.
Hoy, 18 de septiembre de 2024, el Instituto Nacional Electoral (INE) ha presentado el “Proyecto de Dictamen del Consejo General del Instituto Nacional Electoral relativo a la pérdida de registro del Partido Político Nacional denominado Partido de la Revolución Democrática”.
La medida que habrá de ser aprobada, confirmará el término del PRD a nivel nacional, dejandolo solo en un puñado de entidades, donde habrá de conservar su registro como partido local.
Reflexión
La historia del PRD es un recordatorio de cómo las alianzas estratégicas y la pérdida de ideales pueden llevar a la desaparición de una fuerza política.
Fundado como un estandarte de la democracia y la justicia social, el PRD deja un legado complejo: sus primeros años de lucha y logros contrastan con su desvanecimiento debido a decisiones que lo alejaron de sus principios.
La desaparición del PRD abre un nuevo capítulo en la política mexicana, planteando interrogantes sobre el futuro de la izquierda y la representación de los sectores progresistas en el país. Su historia podría servir como lección para las generaciones futuras sobre la importancia de mantener la integridad y la coherencia ideológica en la política.
Los comentarios están cerrados.